Dale play. Una vez. Y otra vez. Los gritaste en la cancha, los gritaste frente al televisor y ahora los tenés acá para no dejar de gritarlos.
A los 29 minutos del segundo tiempo, después de que Barrios trabara y ganara una pelota desde el suelo, mandó el centro al segundo palo para que Marcos Angeleri, de palomita, pusiera el 1-1. Como hace un puñado de días, ante Huracán, el defensor ahora convertía otro gol clave.
Y el que hizo delirar a todo Boedo. El 3-2 de Atlético Paranaense ante Universidad Católica, en Chile, dejaba al Ciclón afuera de la próxima ronda de la Copa Libertadores. El 1-1 no alcanzaba. Pero faltaba una patriada más. Otro esfuerzo de Barrios. Y Belluschi, con el corazón en la zurda, puso el 2-1 para meter a San Lorenzo en los octavos de final.