El elenco de Boedo no pudo cerrar el año como lo empezó. En un 2018 en el que conquistó dos Supercopas, una Liga Nacional y una Liga de las Américas, San Lorenzo se quedó en la puerta de levantar también el trofeo del Súper 20.
En la final, ante el local Quimsa, cayó por 76 a 70 en un juego que estuvo siempre corriendo desde atrás al rival y no logró recuperarse, más allá de un intento en el segundo cuarto y en los minutos finales del partido.
De esta manera, el equipo de Gonzalo García cerró su participación en este certamen con un récord de 12-2. Ahora, continuará con la Liga Nacional en un 2019 que también lo verá afrontando la Liga de las Américas y la Copa Intercontinental.