San Lorenzo debía ganar para volver a la senda del triunfo. El rival no era fácil, porque tambièn pelea por la reclasificación. Encima, en la previa del encuentro, Facundo Rutenberg sufrió una molestia muscular en el isquiotibial izquierdo, que lo marginó del encuentro. Igual, con un equipo más corto, el Ciclón se llevó puesto a Peñarol que quería terminar su gira por Buenos Aires con una victoria.
El primer cuarto fue parejo. Diego Collomb terminó destacándose junto a Gastón Córdoba. Por otro lado, Iván Basualdo comenzaba a adueñarse de las zonas pintadas, bajando rebotes para las segundas oportunidades. Aprovechando las falencias de la visita, los de Boedo se quedaron con el primer chico (22-16). En el segundo cuarto, el Ciclón continuó con la misma dinámica, sumando a Selem Safar desde el perímetro y jugando con velocidad en contragolpe e impidiendo que la ofensiva del Milrayitas pueda jugar con tranquilidad, especialmente con Al Thornton. A pesar de estar mejor en cancha, el partido se igualó en 33 al final de la primera mitad.
En la segunda parte, Peñarol comenzó mejor. Errores no forzados del CASLA hicieron que la visita se acomode y pase al frente en el tanteador. No obstante, el conjunto comandado por Leo Costa se acomodó en defensa, presionó aún más y promediando el cuarto volvió a liderar el marcador (51-49). Sin embargo, en los últimos segundos, fue el Milrayitas quien pasó al frente e ingresó a los últimos 10 minutos del juego ganando por la mínima (54-53). El complemento pudo haber sido para cualquiera. Ambos equipos jugaron con el cuchillo entre los dientes. Fue Peñarol el que comenzó mejor y sacó una ventaja de 4 puntos (60-54). Pero el Ciclón pudo revertir la situación y logró empatarlo en 61. A partir de ese momento, el encuentro cambió por completo y los Matadores se llevaron puesto a Peñarol, sacando una ventaja de 12 tantos (73-61), diferencia que se estiró a 13 en los últimos segundos.
San Lorenzo volverá a jugar el próximo lunes a las 21 horas, ante Instituto, en Boedo. ¡Vamos por más!