¡El año del Bicampeonato!

Sin lugar a duda, el 2019 fue un gran año para la División Reserva. En el primer semestre, San Lorenzo se consagró campeón de la Superliga 2018/19 y de la Copa de la Superliga. En la segunda parte del año, tras aportar varios juveniles a la Primera División, la categoría se tuvo que renovar bastante aunque no modificó los resultados y el parate de la Superliga lo encuentra a cinco unidades de Estudiantes, que está puntero, y con la chance latente de ir por por otro título el año que viene.

La Reserva comenzó la pretemporada a principios del 2019 con Diego Monarriz, DT actual de la Primera, y ubicado en la cima de la tabla de posiciones. Los 32 puntos que lo llevaron a la cima, fueron producto de 11 victorias, 3 empates y sólo una caída. Pero no era momento de aflojar; muy por el contrario, el desafío estaba en hacer valer ese colchón de unidades y capitalizar el sueño del título. Una muy buena racha de cinco triunfos y un empate, lo llevó a tener la chance de dar la vuelta olímpica en Arroyo Seco. El Ciclón le ganó 3-1 a Rosario Central y tras las derrotas de sus perseguidores (Newell's y Central) logró traer la Copa a Boedo. ¡Tres fechas antes, con un andar arrasador! De hecho, cuando terminó la campaña los números arrojaron 19 triunfos, 5 empates y una derrota, además de 54 goles a favor (top en ese rubro) y 12 en contra. El máximo artillero fue Alexander Díaz, con 13 tantos, mientras que Emanuel Maciel resultó el jugador con más presencias: 23 partidos (20 como titular). Y el capitán, Jonás Acevedo, levantó el trofeo tan ansiado por el plantel.

La campaña siguió con la Copa de la Superliga y el primer escalón fue un tropiezo ante Rosario Central en el Gigante de Arroyito por 2-1. No obstante, el Ciclón revirtió la serie en casa con un contundente 4-1 gracias a los goles de Gonzalo Berterame -2-, José Vivanco y Mariano Peralta Bauer. Y avanzó a cuartos de final, donde tocaba River.

La serie ante el Millonario fue pintada de azulgrana de principio a fin. El equipo de Monarriz comenzó con una goleada a domicilio: 3-0 en Ezeiza con gritos Hernández, Berterame y Montoya. Y en Ciudad Deportiva, con la dirección técnica de Fernando Cinto (porque Monarriz quedó a cargo del plantel de la Primera División), liquidó la historia con una victoria por 4-2. ¿Los goles? Gattoni, J. Palacios, y M. Peralta Bauer en dos oportunidades. ¿El siguiente paso? Vélez, en semifinales.

En la ida, San Lorenzo sacó ventaja en el tiempo de descuento con un golazo de Lautaro Montoya y remató la historia en el Pedro Bidegain con otro triunfo por 2-1 con goles de Gattoni y Hausch. Se venía la final en busca del doblete. Y el rival era Estudiantes, en el estadio de Talleres de Córdoba. Había que ir por todo...

La final fue apasionante. El Ciclón y el Pincha fueron al alargue tras empatar 2-2 (los goles azulgranas fueron de Emanuel Maciel y Julián Palacios). En el tiempo suplementario, el ingreso de Agustín Hausch le dio a San Lorenzo aire, velocidad y lo más importante: goles. Porque el Gringo se escapó en dos contragolpes y con dos definiciones categóricas, le dio el Bicampeonato al equipo de Monarriz, que se impuso 4-2. Aplauso. Medalla. Beso. ¡Y otra vuelta olímpica!

Con plantel renovado, San Lorenzo encaró en junio la pretemporada para volverse a preparar para otro año exigente con el desafío de defender la corona. Los primeros 16 partidos encuentran al Ciclón en un nivel bastante parejo: 7 triunfos, 6 empates y 3 derrotas. La dupla técnica Flavio Rocca-Alejandro Russo se comenzó a afianzar tras la llegada de Diego Monarriz como DT de la Primera División. Y la chance de volver a ir por el título está latente: sólo cinco unidades separan al conjunto azulgrana de Estudiantes, el actual puntero.

Mientras tanto, los chicos se siguen preparando para el objetivo principal: llegar a Primera. Sumando minutos, compitiendo en alto nivel y dejando la casaca azulgrana bien arriba. Las raíces siguen creciendo en el verde césped, hay que continuar regándolas y en un futuro, seguir disfrutando de talentos surgidos del Semillero Azulgrana.