Ensayo con muchos chicos que prometen

Arrancó el 2020 para San Lorenzo. Y a pesar de la derrota por 3 a 1 frente a Talleres de Córdoba, en el Estadio del Bicentenario de San Juan, el duelo sirvió para que Diego Monarriz viera en acción a muchos chicos que pintan bárbaro. Porque el Ciclón presentó un equipo repleto de promisorios juveniles, capitaneados por Sebastián Torrico, quien con la ida de Nico Blandi se transformó en el único sobreviviente del plantel campeón de América. También sumaron experiencia Ramón Arias (en la defensa), Lucas Menossi (en el mediocampo) y Adam Bareiro (en el ataque). Los de Boedo merecieron más, sin dudas, que el 3-1 de la chapa.

San Lorenzo había arrancado con buen juego y presión, pero el que pegó primero fue Talleres. A los 11, Juan Cruz Komar anticipó a todos y cabeceó al gol tras un córner, en la primera llegada a fondo del equipo cordobés. A los 18 probó Menossi desde media distancia, y su zurdazo salió cerca del palo derecho. Y a los 21, la más clara: Nico Fernández (quien cumplió 20 años este mismo día) recuperó la pelota en ataque, se metió en el área y sacó un fuerte remate de zurda, que salió muy cerca del segundo palo de Herrera.

Sin embargo, a los 28 llegó el segundo de Talleres, de parte del colombiano Diego Valoyes, quien remató de zurda entrando al área y el disparo se le escurrió a Torrico, cuando parecía controlarlo. Quedó una chance más, a los 37, cuando Nico Fernández ejecutó muy bien un tiro libre, cerca del área, y su intento salió apenas desviado. 

En el arranque del complemento, San Lorenzo fue una tromba. Al minuto lo tuvo Arias, cuando tomó un rebote en el área y no pudo conectar de lleno. Y al ratito, Bareiro cabeceó y Herrera la sacó muy bien, arrojándose a su derecha. Y de vuelta Adam, con una volea en el punto del penal, casi logra el descuento. Todo en cinco minutos. Pero a los 73, Tomás Pochettino ejecutó de manera exquisita un tiro libre que se coló en el ángulo derecho del Torrico, y Talleres se puso 3 a 0.

El partido nos dio la chance, además, de ver juntos a los hermanos Julián y Matías Palacios, la prestancia de Francisco Flores en el fondo (otro que estuvo de cumpleaños, porque sopló 18 velitas), a Lucero y Hernández en la última línea y la buena técnica de Maciel en el mediocampo. Y luego, ingresando desde el banco, a otras promesas como Mariano Peralta Bauer, Martegani y Hausch (realizó una gran maniobra, gambeteando por izquierda). A falta de seis minutos, justamente, a Agustín Hausch (16 años) lo bajaron en el área y Merlos cobró penal: lo pateó Julián Palacios, con solvencia: 3-1. Así se cerró el partido, con la sensación de que el Ciclón tiene un gran futuro con sus chicos.