¡Con los brazos en alto!

No se concretó la épica azulgrana en Brasilia, pero sí hubo mucho corazón y amor propio para jugar y pelear el partido ante las adversidades. Con enorme orgullo y sin bajar los brazos en ningún momento, San Lorenzo se repuso de un 0-2 y, jugando casi todo el segundo tiempo con uno menos, logró alcanzar el empate y convertir en figura al arquero Joao Paulo. No se logró el objetivo de clasificar a la Fase de Grupos de la Copa Libertadores, pero la serie ante el Santos dejó sensaciones positivas. ¡A seguir así, Ciclón!

 

La postura del equipo de Diego Dabove, en el estadio Mané Garincha, fue muy buena de principio a fin. Tuvo sus chances para abrir el marcador y descontar en el global, pero sufrió una acción individual de Marcos Leonardo, quien anotó desde un ángulo muy cerrado a los 21' de la primera mitad. San Lorenzo no se desanimó y siguió yendo y agigantando la actuación del arquero brasileño, hasta que en un lapso de cinco minutos, al inicio del segundo tiempo, vinieron la expulsión de Gabriel Rojas y el 2-0 de Pará. Sin embargo, frente al peor escenario surgió el estirpe cuervo, ese espíritu camboyano para ir a buscarlo con 10, acorralar al subcampeón de América, descontar por un cabezazo de Franco Di Santo, empatar a través de un derechazo de Angel Romero y seguir atacando hasta el final. No pudo ser desde el resultado, pero la imagen que dejó el Ciclón invita a la ilusión. 

 

Ahora, luego de esta actuación que infla el pecho, San Lorenzo deberá enfocarse en lo que viene, la Copa de la Liga que lo tiene metido de lleno en la lucha por la clasificación, y la Sudamericana que comenzará a disputar el miércoles que viene, cuando reciba a Huachipato de Chile. ¡A meterle con todo!