No para. Sigue. Va. Es un Ciclón copado. Lo demostró la semana pasada en San Pablo ante el poderoso Palmeiras, por la Libertadores. Y lo ratificó ahora en Santa Fe contra Chacarita, por la Copa Argentina. A pura autoridad, San Lorenzo pegó un par de impactos de entrada y luego recorrió el partido con tranquilidad.
Apoyado desde el medio por Eric Remedi y Elián Irala, con Iván Leguizamón por la derecha, con Nahuel Barrios por adentro y con Alexis Cuello por la izquierda, más Cristian Tarragona como 9, San Lorenzo salió a imponer condiciones. Buscó, presionó de arranque y encontró premio.
Legui apuró en la salida rival, recuperó y, tras tirar una pared con Tarragona, sacó un lindo zurdazo desde afuera del área que se metió contra un palo. Golazo a los 7 minutos, como para lograr tranquilidad.
El Ciclón no se conformó con la ventaja. Leguizamón encontró espacios afuera del área y otra vez probó al arco. Esta vez la pelota se desvió en Sebastián Alvarez y adentro: 2-0 a los 23 del primer tiempo. Mejor arranque, imposible.
Después, San Lorenzo transitó sin demasiados problemas el resto del partido. Chacarita arriesgó con algunos cambios. El Ciclón se plantó cómodo para el contraataque y tuvo un par de ocasiones como para marcar el tercero. Anduvo cerca Tarragona de encontrar su propio festejo, pero no se le dio.
Ganó el Ciclón en Santa Fe. No sólo sueña con la Libertadores, la gran obsesión, y la serie de octavos con Atlético Mineiro. También San Lorenzo avanza en la Copa Argentina, en esa competencia traicionera que ya muestra eliminados a otros grandes como River y Racing. El equipo de Romagnoli no dio espacio para ninguna sorpresa. Salió con todo, pegó dos impactos y celebró. Ahora, en octavos, el rival será Vélez. ¡Vamos por más! ¡Vamos por todo! Y vale la ilusión. Es un Ciclón copado.