Con el tiempo el jugador puede perfeccionar una gambeta. Aprender a definir. Entender de tácticas, esquemas, saber manejar los tiempos o mejorar físicamente. Pero hay algo que no está en los libros, no lo enseñan los maestros y lo DT's no inventaron aun un esquema para detenerlo: el olfato de goleador. Y eso a Pablo Vidal le sobra, por eso aportó tres tantos ante Barracas Central y encaminó al Ciclón en un nuevo triunfo: 3-2 y a seguir sumando para prenderse bien arriba a la lucha por el campeonato.
30 segundos nada más, la chicharra aun hacía eco en algun rincón del Polideportivo, y Vidal se metía adentro del área chica para empujar un buscapié de Vargas y gritar el primero del partido. De ahí, San Lorenzo a pensar, presionar y atacar ante un Barracas que cedía el protagonismo y buscaba de contraataque De hecho, a los 15 minutos del primer tiempo, Ramírez comandó una contra que definió Lamas con categoría y el Barraqueño se puso 1-1. Pero ahí no terminaba la película del primer tiempo: porque cuando las papas queman, suena el 0-800-Vidal que pivoteó dentro del área, se dio vuelta y se la picó a Mariano para sentenciar el 2-1 con el que bajó el telón de la primera parte.
Apenas arrancó el segundo tiempo volvió aparecer el goleador: zurdazo desde afuera del área para ponerse 3-1 y a trabajar la victoria desde la defensa. Mediante un penal, Martínez descontó y Barracas lo buscó hasta el final, aunque la victoria del Ciclón nunca se puso en tela de juicio. El equipo de Ruscica hizo un excelente trabajo defensivo y volvió a dejar tres puntos en casa. Sí, en Boedo. Porque la Vidal siempre es más linda en el hogar.
Ahora el Ciclón alcanza el colchón de 18 puntos que le permite estar en el quinto lugar, a nada más que cuatro unidades de 17 de Agosto, el puntero. En la próxima fecha, San Lorenzo recibirá a Banfield en día y horario a confirmar.
El quinteto inicial fue: Steccato; Stazzone, Vargas, Cardone y Vidal. Ingresaron: Menseguez, Gassmann, Baisel, Bottini, Lachaga y Quintairos.