Las luces se apagan. Terminan los flashes de las cámaras. El Polideportivo se vacía. San Lorenzo ganó un nuevo partido y no es uno más: es el clásico ante Boca, son los tres puntos que lo suben al segundo puesto del campeonato y le reafirman la chapa de candidato. Pero detrás de la cara exitosa de la moneda, está la otra arista: la del trabajo en Inferiores, con cada vez más pibes aprendiendo a patear una sexta-falta o sacar el lateral en los pies. La de las vueltas olímpicas en el Salón San Martín. La de los juveniles del Ciclón.
Y es por eso que a veces la frutilla del postre deja en evidencia el gran trabajo de San Lorenzo en sus divisiones formativas de futsal: la categoría 2010 de promocionales se consagró campeón en el Apertura, y la 2006, la Séptima División, obtuvo su tercer título al hilo (se suman el Apertura y el Clausura del año pasado). Sí, el futuro ya llegó. Y el panorama es aun más alentador.
La campaña de la Séptima fue un verdadero lujo: de los 15 encuentros ganó 12 y empató uno, convirtió 43 goles a favor y solamente recibió 12 siendo uno de los equipos con la valla menos vencida. La de los más chicos, la 2010, también arrasó en su torneo: invicta, con 12 triunfos y un empate, siendo el equipo que menos goles recibió y uno de los más goleadores. Aplauso también para la Cuarta División, que finalizó primera en el campeonato con los mismos puntos que Pinocho, pero cayó en el partido desempate y no pudo ser campeón.
Nahuel Tamborelli es el técnico de la Séptima División y ayudante de campo en la 2010. Repleto de emoción por la campaña de los juveniles, comenta: "Como hincha del club, dar la vuelta olímpica me llena de felicidad. Pero me quedo con el premio de ver la cara de los chicos contentos, al fin y al cabo, es por eso que trabajamos. Desde 2014 empezamos un proyecto que, de a poco, da sus frutos. En el caso de la Séptima teníamos la responsabilidad de defender los dos campeonatos que logramos el año pasado y ser constantes en una etapa muy importante para la vida de cada chico. Por suerte, lo pudimos lograr. Quiero agradecer a los papás, que traen a los nenes a cada entrenamiento y nos acompañan a todas las canchas. De acá en adelante seguiremos trabajando para inculcarles valores a los chicos: que sean buenos compañeros, pero sobre todo, buenas personas. Si levantamos títulos, mejor".
Por su parte, Ruben Perez, el DT de la 2010, sumó: "Ver como los chicos defienden la camiseta del club que soy hincha me llena de orgullo. Como DT de juveniles creo que lo más importante es generar un grupo unido, con buenos compañeros y buenas personas, después los títulos vienen solos. No hay que apurarse: la clave está en ser constante"
¡Felicidades, Cuervitos, a seguir por este camino!