El Multideportivo de Ferro se ve envuelto en una llovizna incesante. Adentro San Lorenzo se bate a duelo ante un River aguerrido, defensivo, prácticamente invencible agazapado en su área. La película por momentos tiene cierto roce de quimera, pero el Ciclón tenía un arma más: el corazón. El alma que rebota dentro del pecho. Las ganas que salen de algún lugar y San Lorenzo da vuelta la historia. Corazón de Ciclón: no parará jamás.
El encuentro fue emotivo de principio a fin. Gracias a los goles de Ramos y Pucheta, River le ganaba 2-0 a San Lorenzo y empezaba a refugiarse en su propio campo, proponiendo un cerrojo en rombo impenetrable. Ahí apareció el alma del Ciclón, gol de Cardone para descontar y demostrar que es posible, Stazzone para empatar y desatar el delirio en la tribuna y el Gallego Rodríguez para confirmar el sueño y ponerse 3-2. Después, minutitos nada más, Stazzone amplió la diferencia que sería efímera, ya que Persec volvía a descontar. En la última del partido Menseguez la fue pisando a pura gambeta, liquidó el trámite y dejó la chapa final: 5-3.
Ahora el sueño tiene un próximo escalón, porque San Lorenzo eliminó a River -el vigente bicampeón- y se metió en los cuartos de final de la Copa Argentina, donde enfrentará a Ferro (día y horario a confirmar).
Además, el conjunto de Ruscica lleva 9 triunfos al hilo, se encuentra en la cima del Torneo de AFA y el domingo enfrentará a Kimberley por la vigésima fecha, en el Polideportivo Boedo.
¡Vamos, Ciclón, a seguir por este camino!