San Lorenzo tiene la chapa de campeón bordada en la manga de la camiseta. Y ese sello, te obliga a jugar de una manera: dejando el corazón. El Ciclón puede ganar o perder, incluso jugar bien o mal, pero lo que nunca se pone en duda es el alma azulgrana, que hace que el equipo represente a los hinchas dentro del campo de juego en la situación que sea. El equipo que dirige interinamente Luciano Antonelli volvió a dejar todo en la cancha, le ganó 2-0 a Pinocho y está en la cima de la tabla de posiciones, con 42 unidades, las mismas que Boca y 17 de Agosto. ¡Enorme!
El encuentro fue durísimo, tenso, disputado. Prácticamente careció de situaciones de gol y se jugó en la mitad de la cancha, donde había que correr y meter. Ir, volver, correr y meter. Así sucesivamente. En el primer tiempo, las más claras fueron azulgranas en un remate de Salgues que se fue alto y en un tiro de Quintairos de media distancia, pero débil, así que contuvo Elías sin problemas. No obstante, a los 11 minutos Fran Taliercio se escapó por el centro de ataque, habilitó a Bolo ante la salida del arquero, que la empujó despacito a la red y decretó la apertura del matador. Y con ese 1-0 sonó el pitazo final y se acabó la primera etapa.
En el complemento, Pinocho se vio obligado a adelantar las líneas y, por consiguiente, San Lorenzo se tuvo que retrasar y centrarse en la parte defensiva. Claro, la intensidad no bajó en ningún momento y, con el rombo clavado en campo propio, el conjunto azulgrana presionaba y buscaba lastimar en algún contragolpe o con remates desde lejos. De hecho, lo hizo de buena manera: los de Villa Urquiza nunca llegaron a generar chances claras (más allá de un tiro de Elías que pasó cerquita) y el Ciclón logró ampliar la diferencia a segundos de final: Stazzone, dándole un guiño a la nostalgia, robó la pelota con el rival con arquero-jugador, se escapó en soledad y la empujó a la red, idéntico al tanto que le dio el título ante Villa La Ñata en Boedo. El capitán se llenó la boca de gol y sonó la chicharra final: fue 2-0 y los tres puntos vienen a casa.
Pero a no dormirse, que el próximo encuentro está a la vuelta de la esquina: el domingo, a las 19.30, San Lorenzo vuelve a ir al microestadio de Pinocho pero para visitar a El Talar. ¡Vamos, muchachos!