Trabajó, luchó, consiguió la ventaja y, con una buena defensa, San Lorenzo se aferró al resultado y consiguió un triunfo muy importante. Fue 3-1 ante Hebraica, que le permite mantenerse en el segundo lugar del campeonato a falta de una fecha para el final. Terminar entre los dos primeros le permite al Ciclón tener ventaja deportiva en todos los playoffs y definir las series de local, salvo contra Boca, líder de la fase regular. Por eso, más que un triunfo, fue un triunfazo.
La apertura del marcador llegó a los cinco minutos del encuentro, en los pies de Rodríguez, cuando todavía ninguno de los dos equipos se había acomodado, y cambió la impronta. Porque obligó a Hebraica a presionar más arriba y, como San Lorenzo no renuncia a su idea, el partido tomó mucha intensidad y electricidad en las transiciones. No obstante, ambos fallaron en la terminación de la jugada y, salvo un remate de Edelstein que contuvo Steccato, no hubo situaciones claras de gol.
Pero tanta velocidad pasó factura y, con el correr de los minutos, la defensas se fueron aflojando y eso dio lugar a que empezaran a aparecer las chances claras. Pero en el ida y vuelta, el que aprovechó fue San Lorenzo: Battistoni capturó la pelota adentro del área después de un tiro de Quintairos que se estrelló en el palo y, con una buena definición con la cara interna del pie derecho, estiró la ventaja. No obstante, la tranquilidad no duró mucho porque a falta de cinco minutos para el final, Hebraica descontó y se puso a tiro del empate. El suspenso se extendió hasta la última bola del partido: el conjunto de Pilar se la jugó con arquero-jugador, pero el Ciclón defendió bien en inferioridad numérica y un disparo de Bolo desde campo propio en la réplica puso cifras definitivas. Golazo, 3-1 y el triunfo que se va para Boedo.
En la próxima fecha, San Lorenzo cerrará la fase regular ante Kimberley en el Polideportivo Boedo. ¡A coronar otra gran temporada, Ciclón! ¡Vamos!