En Boedo, San Lorenzo consiguió un triunfo vital en el primer chico de las semifinales ante Hebraica. Después de igualar 3-3 en el tiempo reglamentario, el Ciclón se impuso en los penales por 4-3 y dejó la serie de semifinales 1-0. Por jugar con el corazón y por nunca claudicar, el campeón se lleva un premio que lo deja a un pasito de la final.
La mejor faceta del juego azulgrana fue al comienzo, porque San Lorenzo salió a quitarle el protagonismo a Hebraica y, en base a la tenencia de la pelota, lastimar. Mucha rotación, velocidad de toques e intensidad para instalarse en campo rival y no dejarlo avanzar. A los 3 minutos, Quintairos la punteó en la mitad de la cancha, se escapó sólo y tras la salida del arquero definió sutilmente por abajo. Un golazo, pero eso no fue todo, porque cuatro minutos más tarde, Mariano la volvió a tomar el balón en el vértice del área, sacó el cañón y la clavó en el ángulo. De todas formas, la alegría sería efímera porque Sha puso arquero-jugador y a los 11 minutos descontó. El encuentro siguió en la misma sintonía hasta que a los 15, Bolo sacó un zurdazo y volvió a estirar la diferencia aunque en el cierre del primer tiempo, el visitante se puso 3-2 y el equipo de Antonelli sufrió las expulsiones de Taliercio y Rodríguez, que estarán ausentes en la revancha.
En el complemento, al minuto nomás, Hebraica consiguió el empate en una jugada aislada y el encuentro tomaría cada vez más intensidad. Las situaciones de gol se hicieron esperar y se luchó en la mitad de la cancha. Mucho roce, choque y faltas para los dos lados: como la paridad persistió hasta el pitazo final, la historia se definió en los penales.
En la tanda de tres, puro acierto para los dos lados: tres remates, tres goles (para San Lorenzo convirtieron Quintairos, Bolo y Stazzone). En el cuarto, Luka Benyik, el juvenil de 18 años, se hizo enorme como en la serie ante Pinocho, le contuvo el remate a Edelstein y le dejó la chance para definir a Ignacio Salgues. El uruguayo no dudó y, como dice en la enciclopedia del fútbol, remató fuerte y al medio. El arquero de Sha se la jugó hacia su costado izquierdo, la pelota besó la red y el Ciclón logró un triunfo muy importante.
El viernes, desde las 21.30, San Lorenzo jugará la revancha ante Hebraica en el estadio de Villa La Ñata. Si gana, obtendrá pasaje a la final. Si pierde, se definirá en un tercer juego en casa. ¡Vamos, muchachos!