Un buen primer paso. Firme. Seguro. Hacia adelante. San Lorenzo dio una muestra de carácter ante un duro Villa La Ñata y, sobre todo, demostró que el parate no le pasó factura. Fue 2-1 en el Multideportivo de Ferro.
El Ciclón arrancó bien: a los 10 minutos de partido había tenido dos jugadas muy claras, ambas en los pies del Galle Rodríguez. La primera fue en un tiro libre indirecto, que Maldonado salvó en la línea y, después, una transición de área a área con Menzeguez que terminó en un derechazo esquinado que tapó González. Pero la insistencia tuvo premio: a los 14 minutos, Bolo sacó un derechazo inatajable y rompió el marcador. Sin mucha más emoción, pero con un Ciclón que mantuvo la actitud dominante, bajó el telón.
En el segundo tiempo, las situaciones se inclinaron cada vez más para La Ñata. San Lorenzo fue retrasando metros para sostener el resultado y, con el correr de los minutos, el Naranja se la jugó con ataques directos y transiciones rápidas. De todas formas, se topó con un Steccato que se lució con varias atajadas, hasta que a los 16 minutos el Pony Maldonado encontró un rebote, la empujó con la punta del botín y estampó el empate. Con el 1-1, la balanza podía caer para cualquiera de los dos lados, pero el conjunto de Antonelli volvió a tomar una actitud ambiciosa, preocuparse por la tenencia y tratar de volver a ponerse en ventaja. Y sí, otra vez la insistencia tuvo resultados. Y también en los pies de Bolo, que le pegó de afuera del área, se desvió en un jugador rival, le cambió la trayectoria al arquero y la pelota besó la red. Un minuto separaba al encuentro del pitazo final. Y un minuto emocionante, con el Ciclón en rombo aferrándose al resultado y, casi sin sufrir, consiguió la victoria.
En la próxima fecha se viene un candidato: Kimberley. A extender la buena racha... ¡Vamos, muchachos!