San Lorenzo está en la cita más importante a nivel continental. A puro corazón y hambre de gloria, eliminó a uno de los candidatos: Corinthians. Fue 2-1 en Florida, Uruguay, con goles de Jorge Cuervo y Damián Stazzone.
El nivel de la Liga Brasileña es uno de los más altos de futsal. Pero San Lorenzo eliminó la diferencia con mucho corazón. Desde el primer minuto salió a presionar alto al rival y a evitar que los jugadores de buen pie tengan la pelota en los pies. Transiciones seguras y a terminar las jugadas para evitar contragolpes. Después de mucho insistir (Dylan Vargas tuvo una clarisíma), Jorge Cuervo encontró un bola perdida en el área y metió un zurdazo a la red. A la red y a la historia. Pero al encuentro le faltaban muchas emociones, y Damian Stazzone bien lo sabía. El capitán, a pura potencia peleó una pelota en campo rival; después de recuperar, eludió con clase a su marcador y la punteó de zurda. Un golazo. Y la chapa se iría 2-0 al descanso.
El complemento fue una clase defensiva del conjunto azulgrana. Corinthians estuvo más de diez minutos con arquero-jugador pero, aferrado al rombo, el Ciclón prácticamente no regaló espacios. Batalha descontó para el Timao, y los últimos segundos la tensión se respiró en el aire. Pero la historia ya estaba escrita: el triunfo tenía color azulgrana.
El sábado, desde las 18.30, San Lorenzo buscará conseguir lo que ningún equipo argentino pudo: ganar la Copa Libertadores. El rival es el tricampeón vigente, el Carlos Barbosa brasileño. Pero hay hambre de gloria, buen juego, amor por la camiseta y además... ¿quién nos quita la ilusión?