¡Gracias por todo, Dami... y hasta pronto!

Esta es la historia de un sentimiento. Que tiene muchas escenas, inolvidables y queridas, que conforman una pasión sin límites. Es la infancia en Flores, a 15 cuadras del Bidegain, jugando a la pelota en la calle con la azulgrana pegada a la piel... Es el recuerdo de aquel viaje a Rosario, con apenas 8 años, para ver campeón a San Lorenzo por primera vez... Son los abrazos con papá Oscar y su hermano Seba, apretados en la popu, por algún gol oportuno... Y luego el Futsal en la adolescencia, en el Club que ya amaba, y la pasta de crack. Cuando arrancó a los 13, de la mano de Fernando Berón, seguramente no imaginaba tanta gloria: todos los títulos con San Lorenzo, la Copa del Mundo con la Selección, el cariño de la gente y esa extraña categoría a la que pocos, muy pocos, logran acceder: la idolatría. Damián Stazzone lo consiguió, genuinamente, y ya anida en el corazón de cada sanlorencista. Y ahora, que seguirá su carrera en el exterior, la nostalgia se apodera de cada uno. De todos modos, ya lo dijo él mismo: no es un adiós, sino un hasta pronto… 

A los 35 años y luego de una temporada donde alcanzó la máxima conquista con el Ciclón (la ansiada Copa Libertadores), Stazzone se va a jugar al CMB Matera, de esa ciudad del sur italiano. Damián ya había actuado en ese país, hasta que en 2014 regresó a Boedo. “Sé que voy a extrañar cada día en San Lorenzo, pero también estoy seguro de que voy a volver. Todavía me queda un sueño por cumplir: retirarme con esta camiseta jugando en el Pando”, comentó, a través de sus redes sociales, a modo de despedida.

En esta etapa tan fructífera, Stazzone enhebró gran cantidad de títulos: Superfinal, Torneo local y Copa Argentina 2018; Torneo local y Liga Nacional 2019; Supercopa 2020; y Superfinal, Supercopa y Copa Libertadores 2021. Impresionante. Su identificación con los y las hinchas fue total. Un carisma que se transmitía desde su forma de jugar (dándolo todo en cada pelota) y que se complementa con un enorme compromiso hacia la institución. De hecho, hasta participó de la Audiencia Pública por la Ley de Rezonificación, con un sentido discurso.

En mayo pasado, Damián y el Futsal de San Lorenzo alcanzaron la cumbre: en Uruguay, el Ciclón derrotó 4-3 a Carlos Barbosa, equipo brasileño que defendía el tricampeonato en la Libertadores. Así, se convirtió en el primer equipo argentino en levantar la Copa, tras 20 ediciones. Un broche de oro para la campaña de Damián, que no pudo contener el llanto durante la celebración.

El mismo llanto que, seguramente, asoma por estos días. Por la despedida. Por las evocaciones que se acumulan. Por los mensajes de Cuervos y Cuervas que ya empiezan a extrañarlo. Pero el capitán ya lo dejó en claro: volverá. Porque San Lorenzo es su casa. Y eso no cambiará jamás.

¡Muchos éxitos, Dami querido!