Secretos de la Reserva del Pipi

No es casual que la Reserva de San Lorenzo haya desembocado en un cierre de primer semestre más que positivo. Se respalda en valores más que importantes el equipo que dirige Leandro Romagnoli.

Fue muy claro Pipi en el arranque de este 2022. De entrada, hizo foco en el sentido de pertenencia y en lo que significa ser parte de San Lorenzo. Cada jugador debe comprender el sitio de privilegio donde se encuentra para buscar su mejor rendimiento.

Partiendo desde ese concepto, se facilitó el desembarco en los objetivos específicos: nutrir al plantel de Primera División de futbolistas completos en todos los aspectos, transmitir los valores del club en los ámbitos más diversos y acompañar con las mejores herramientas el proceso de desarrollo de los juveniles en su vida deportiva y privada.

Se incorporaron GPS para medir a cada uno de los jugadores en la pretemporada y en los entrenamientos, apuntando a desembocar en los parámetros físicos y técnicos que requiere la categoría. Hubo crecimiento en infraestructura, obras de pintura, refacción de los bancos de suplentes, trabajos en el campo de juego, compra de diversos materiales.

También se armó un hermoso grupo con múltiples momentos pensados para fortalecer los vínculos entre los jugadores, cuerpo técnico, dirigentes y colaboradores de todas las áreas. Así, entre festejos de cumpleaños, asados y viajes, se fueron construyendo lazos potentes. 

Entonces, con un grupo fuerte y metas claras, la Reserva superó un arranque adverso con cinco partidos sin ganar, pero luego se recuperó y sumó seis victorias y tres empates. Nada fue casualidad. Por eso es grande la ilusión para encarar el tramo final del año.