Noventa goles en treinta partidos. Una formación mitológica para nuestro fútbol. Un trío que es póster. Y los nostálgicos recuerdos de aquellos que, de generación en generación, fueron relatando jugadas, lujos, toques, gambetas... En este diciembre se cumplen 70 años de la consagración del San Lorenzo campeón 1946, uno de los mejores equipos en la historia del fútbol argentino. Nuestros abuelos aprendieron a recitar los 11 de memoria: Blazina; Vanzini y Basso; Zubieta, Greco y Colombo; Imbellone, Farro, Pontoni, Martino y Silva. Es el equipo que terminó jugando, una gema que deslumbró en el Gasómetro y que, al año siguiente, llevó su arte a Europa: las giras a Portugal y España dejaron una huella, en aquellos años de posguerra. El Terceto de Oro (Farro-Pontoni-Martino) tuvo jornadas memorables. Como la del 8 de septiembre, la primera vez que los tres hicieron goles en un mismo partido. ¿El resultado? Un 7-0 a Rosario Central. Sobraron goleadas, como el 5-0 a Racing, el 6-1 a Atlanta, el 5-0 a Vélez. Todo gracias a un funcionamiento casi perfecto, que deslumbraba con su delantera y no sufría atrás, gracias a la calidad de hombres como Basso y el vasco Zubieta. La consagración, el 8 de diciembre en la cancha de Ferro, se festejó con un triunfo: 3-1, con goles de Martino, Pontoni y Silva. Fieles a su estilo... En aquella década del 40, River y Boca se venían repartiendo los títulos, hasta que el Ciclón quebró la seguidilla. Y con un equipo mítico, que las multitudes azoradas de Avenida La Plata aplaudieron a rabiar. Qué lujo, Ciclón...
La génesis de este título brillante es en 1945, cuando René Pontoni y Armando Farro llegan al club y se unen a Rinaldo Martino, para conformar la mejor delantera del fútbol argentino. Consolidada en el 46, el Ciclón logró así su tercera corona nacional (antes, en 1933 y 1936). En la mezcla de belleza y capacidad goleadora estaba la clave de este equipo histórico, dirigido por otra gloria de San Lorenzo: Diego García.