"Hay que dejar todo", dice Eliana Medina. Las chicas están abrazadas, las baña la sombra del Pedro Bidegain. El sol mira desde más atrás. Y empieza el partido.
Cuando sonó el pitazo final no quedó ninguna duda: San Lorenzo no se guardó nada, dejó todo en la cancha ante un gran equipo y se quedó con menos de lo que mereció. La ida de la Semifinal fue triunfo para Boca por 2-1.
El primer tiempo se fue 0-0, pero la chapa no reflejaba lo que se veía dentro del campo de juego. Dos equipos con estilos bien definidos: salida de abajo, presión intensa, verticalidad y situaciones de gol. Pero con el correr de los minutos las defensas iban a empezar a ceder y se desató un partidazo.
A los 5 minutos del segundo tiempo iba a llegar la apertura del marcador: Molina robó por la derecha, enfrentó a la arquera a pura velocidad y habilitó a Ramírez para que la empuje y ponga al Ciclón 1-0. No obstante, Boca iba a acusar el golpe, empatar en los pies de Micaela Cabrera y ponerse en ventaja con gol de Ruth Bravo desde los 12 pasos. En la última, Ramírez tuvo en el empate en un mano a mano que se le fue por arriba y el encuentro terminó 2-1.
Pero esto es así: el fútbol, como la vida, siempre da revancha. Y Las Santitas la tienen el próximo fin de semana, en La Boca, cuando enfrenten al Xeneize por el partido de vuelta (el día y horario aun es a confirmar).
¡Vamos, chicas, que todavía se puede soñar más alto!