La vigilia en Boedo, las palabras emotivas del vicepresidente segundo Roberto Alvarez y el festejo interminable, por los colores de este amor.
Hace 111 años, un puñado de pibes liderados por un sacerdote inventaron un sentimiento. Que se abrió paso entre alegrías y tristezas, que se llenó de gloria y resonó en el mundo, y que perdura hasta hoy, con la misma fuerza de esos pioneros.
San Lorenzo es grande por su legado deportivo y su labor social, pero sobre todo por el gigantesco amor de su gente.
Cuervos y Cuervas, padres e hijos, abuelas y nietas, celebran un nuevo aniversario de este club legendario.
¡Feliz cumple, San Lorenzo de mi corazón!