Los dirigidos por Alan Capobianco tenían una dura parada. Debían remontar un arranque de campeonato complicado y estaban obligados a responder a la altura de desafío: River, de visitante, en Ezeiza.
El arranque para San Lorenzo no fue bueno, tanto que en la primera mitad terminó abajo por dos goles, aunque no merecía semejante castigo.
Sin embargo, en el segundo tiempo, el equipo reaccionó y produjo lo mejor de este segundo semestre. El Ciclón generó muchas ocasiones. Fue y fue a buscar. Primero, Alejo Rivas consiguió descontar. Y cuando el partido estaba por terminar, Lautaro Montenegro convirtió el 2-2 con una pirueta hermosa.
Pensando en lo que vendrá, San Lorenzo volverá a jugar el próximo viernes contra Vélez desde las 15, en Ciudad Deportiva.