Así es San Lorenzo. Desde siempre. Toda la vida. Amor propio, entrega, empuje desde la tribuna, garra en el campo de juego. Y así regala estos momentos, inolvidables y plenos de emoción, muchísimos a través de la historia. El Ciclón logró un triunfazo en esta quinta fecha de la Conmebol Libertadores: fue un 3-2 agónico ante Liverpool, con ese cabezazo de Gastón Campi que no paramos de gritar.
San Lorenzo salió con todo y a los cinco minutos ya estaba ganando: tremendo derechazo de Barrios, que pegó en el travesaño, pareció picar adentro y, para asegurar, Leguizamón mandó al fondo. A los 24, sin embargo, empató Liverpool, y frenó el ímpetu del Ciclón. Y a pesar de que buscaba, San Lorenzo no lograba profundidad. Hasta que en el cuarto minuto de descuento, Alexis Cuello armó un jugadón por la izquierda: gambeta, amago, cintura y una definición perfecta al primer palo. ¡Golazo para el 2-1!
En el complemento, cuando San Lorenzo quería empezar a cerrar el partido, vino el 2-2 de Liverpool. Que encima se animaba a más, porque el empate transitorio había golpeado el ánimo. Pero esto es San Lorenzo. Su historia. Su corazón gigante. El empuje de su gente y los duendes de tantas noches gloriosas. Cuando el partido se iba, llegó el cabezazo de Campi, que lo gritó con alma y vida, como todo el Bidegain.
Ahora, San Lorenzo está segundo en el Grupo F, con 7 puntos, y deberá visitar a Palmeiras (ya primero inamovible) el jueves 30, a las 19. Luego, con 4 puntos, están Independiente del Valle y Liverpool. Falta un paso más para los octavos. ¡Vamos, Ciclón!