Esta vez no fue en los 90 minutos, como antes los gigantes uruguayos Nacional y Peñarol. Esta vez, frente a Independiente del Valle de Ecuador, fue por penales. Así San Lorenzo cerró sus partidos preparatorios en la Serie Río de la Plata con una cosecha perfecta. Tres partidos, tres victorias. Y además, sin goles en contra, un factor clave para un equipo que busca armarse a puro orden y solidez. Buenas señales... Balance más que positivo...
La historia en el Campus de Maldonado arrancó con un susto. Es que, en una de las primeras jugadas, Independiente llegó con un contraataque que derivó en un tiro que sacudió el travesaño de Orlando Gill. De todas maneras, enseguida San Lorenzo se afirmó y controló el partido con orden e intentando aplicar una presión alta.
Con la personalidad de Jhohan Romaña atrás, con las proyecciones de Malcom Braida, con la clase de Iker Muniain y con el desequilibrio de Matías Reali, el Ciclón fue algo más que Independiente del Valle.
Dos veces San Lorenzo estuvo muy cerca del gol. Primero, Reali pateó apenas desviado. Después, Alexis Cuello no pudo conectar de frente al arco.
En el segundo tiempo, el equipo de Miguel Russo jugó en campo rival y, si bien no generó muchas chances claras, tampoco sufrió sobresaltos. Mientras tanto, como suele suceder en estos amistosos, se multiplicaban los cambios.
Así el tiempo reglamentario terminó 0-0 y todo se resolvió en los penales. Ahí San Lorenzo supo hacerse fuerte. Convirtieron Nicolás Tripichio, Agustín Ladstatter, Ezequiel Herrera, Emanuel Cecchini y Manuel Insaurralde. A su vez, el remate de Elías Baez dio en un palo y Branco Salinardi pateó por arriba. Y fue importante Orlando Gill atajando muy bien un penal pateado por Romario Ibarra. Al cabo, en esa serie definitoria, el Ciclón se impuso 5-4 y redondeó un cierre perfecto en los amistosos en tierra uruguaya.
El balance es más que positivo... Ahora, el sábado, en el Pedro y Bidegain y contra Talleres, le llegará a San Lorenzo el turno de jugar por los puntos y de reconfirmar estas buenas sensaciones. ¡Vamos con todo, Ciclón!