La Conmebol, como entidad madre del fútbol sudamericano, condena enérgicamente todo tipo de hecho racista, xenófobo o que encierre cualquier otra forma de discriminación.
El árbitro puede detener el partido ante cánticos y expresiones discriminatorias. Si dicho comportamiento no cesa, está autorizado a suspender el encuentro durante unos minutos. Y si la situación no se normaliza, debe cancelar el juego.
En estos casos, la Conmebol aplica sanciones severas a los clubes, que van desde importantes multas en dólares hasta la clausura parcial o total del estadio. Las penas, que de por sí ya son duras, se elevan ante casos de reincidencia.
San Lorenzo, desde siempre, está alineado a ese mensaje de la Conmebol: #BastaDeRacismo
¡Respetemos a nuestros rivales! ¡Cuidemos a nuestro club!