Suena el pitazo final, pero no se escucha: hay fiesta en la tribuna. Tampoco se ve: una bandera enorme cubre las gradas. Pintada de azulgrana, reza Boedo. Y en un 20 de junio, flamea de lado a lado impulsada por ese fervor que nos caracteriza. Esa misma pasión que impulsa al Ciclón a sacar adelante otro partido y poner la serie de la final 3-2. Como todo Ciclón, nace desde el aliento de la tribuna. Y en la cancha sopla fuerte. Y ahora sí, nada más que un paso nos separa del Tricampeonato.
San Lorenzo fue una aplanadora de principio a fin, pero el triunfo se construyó desde los cimientos: con un gran trabajo defensivo, el Ciclón neutralizó todas las aproximaciones de San Martín de Corrientes. Y lo demás, pura magia de los atacantes. 14 puntos de Justiz Ferrer, el goleador de la noche, acompañado por Gabriel Deck, que aportó 13 tantos y 10 rebotes. Muy bueno lo de Penka Aguirre y Marcos Mata, que entregaron 6 asistencias cada uno, y partidazo global del equipo de Gonzalo García que jugó en gran nivel y dejó la chapa final en 77-60.